Revisión de educar, no lucrar

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El BID avanza en su injerencia en política educativa y lanza su propio Centro de Información para el Mejoramiento de los Aprendizajes

El Banco Interamericano de Desarrollo ha lanzado su propio Centro de Información para la Mejora de los Aprendizajes (CIMA). En la reciente publicación sobre Fortalecimiento Institucional, el BID-CIMA anuncia que ofrecerá capacitaciones y procesos de formación de capacidades mediante talleres y entrenamientos (p.5). Además establece la finalidad de dar apoyo a los países para que participen en pruebas internacionales estandarizadas, mejoren la recopilación y el uso de datos y de toma de decisiones en base a los datos.

El portal ofrece datos  y estadísticas relativas al estado de la Educación en América Latina y El Caribe y pretende ser el referente de consulta para las esferas gubernamentales que deben tomar decisiones, así como investigaciones y actores interesados en monitorear los avances en educación.

Los datos pretenden ser comparables entre los países y se nutren de encuestas de hogares, datos administrativos recopilados por las autoridades educativas en los países y resultados de pruebas de rendimiento educativo.  

El BID-CIMA dibuja el panorama de la educación regional desde el punto de vista del Banco, mediante cuarenta indicadores que se ofrecen a través de un Repositorio de Datos Educativos denominado EDULAC y que ofrece información en seis áreas: aprendizaje, cobertura,  eficiencia, infraestructura, presupuesto y contexto, entendido como la comunidad estudiantil. Los aprendizajes se miden en forma de tasas de aprobación y desempeño con las pruebas internacionales estandarizadas (PISA de OCDE, SERCE Y TERCE de UNESCO, etc.). La cobertura se mide con base en tasas de asistencia, los indicadores eficiencia  se basan en datos de graduación y los de presupuesto en el gasto educativo de los países, desagregados en gasto por estudiante, por nivel y en salarios docentes, entre otros. 

El BID-CIMA también publicará un conjunto de Briefs (reportes sobre políticas y programas) con el fin de hacer análisis comparativo y valorar el impacto de las principales reformas educativas en la región. Algunos productos  que ya han sido publicados son infogramas con datos comparados en rendimiento en las pruebas PISA, gasto por estudiante y gasto por pagos de salarios.

El BID-CIMA se evidencia como una herramienta para definir las áreas educativas que requieren mayor atención e inversión. Desde el punto de vista del comercio educativo, BID-CIMA se constituye en una herramienta para orientar a los países en la toma de decisiones sobre áreas de las políticas educativas en las que deben o pueden invertir, es decir, potenciales áreas de negocio para el Banco.