DIARIO EL HERALDO (2014/11/19). Esto implica que cerca de 24 mil docentes deberán profesionalizarse para obtener una licenciatura, sin embargo, se señalan “lagunas” de la ley porque no impone plazos fatales. La estructura escalafonaria de educación cambiará con el nuevo proceso de transformación que involucra a las 13 escuelas normales, las dos escuelas de artes y música y las universidades formadoras de docentes.
Eso se debe a que, con el nuevo perfil docente que demanda la Ley Fundamental de Educación, el régimen escalafonario elevará sus estándares. Los dos ciclos del nivel primario, es decir de primero a tercer grado y de cuarto a sexto, serán los primeros en cambiar el régimen, pues a partir de 2018 se requerirá una licenciatura para ingresar a impartir clases a ese sistema. Se espera que esta nueva estructura escalafonaria, que aspira a mejorar la calidad educativa, también afecte en los otros dos niveles educativos, es decir en prebásica y secundaria.
Actualmente en el sistema de prebásica hay cerca de siete mil profesores comunitarios, muchas veces con un nivel educativo de secundaria e incluso no son docentes, sino bachilleres y peritos y en algunas ocasiones son padres de familia. Según el nuevo Reglamento de Educación Prebásica, ellos deberán laborar atendiendo el último de los tres grados, es decir el obligatorio para ingresar a primaria, siempre y cuando el grupo de niños no supere los 15 niños. A la mayoría de estos profesores comunitarios se les imparten talleres y se les cancela un bono que ronda entre los 700 y 800 lempiras mensuales, pero que son cancelados de manera trimestral. Para los grupos con más de 15 niños deberá contratarse un profesor calificado, según consta en el Reglamento de Educación Prebásica.
Sin embargo, hay una excepción para contratar comunitarios para grupos mayores de 15 alumnos cuando la departamental alegue insuficiencia económica. La jefa del Departamento de Prebásica de la Universidad Pedagógica (UPN), Diosana Quijano, es del criterio que en este ciclo se debería poner una mayor atención, pues aquí, en esta edad, es cuando los niños adquieren los conocimientos más importantes para desarrollarse en la vida. Argumentó que si tienen al frente a una persona poco calificada encargada de enseñarles a potencializar sus capacidades, entonces se podría fracasar en ese proceso y afectar al niño para el resto de su vida. La nueva estructura El artículo 150 del Reglamento de Carrera Docente dice: “El Escalafón Docente estará conformado por cinco grados escalafonarios, establecidos con base a los títulos del nivel superior adquiridos: grado uno, licenciatura en Educación; grado dos, especialidad en una determinada área educativa que conlleva estudios superiores no menores a un año de duración efectiva; grado tres, maestría en educación; grado cuatro, doctorado en educación; y grado cinco, posdoctorado”.
El artículo 165 dice que “el título en el grado de licenciatura en educación requerido como base para el ingreso a los cargos regulados por el presente reglamento, será efectivo a partir del año lectivo 2018”. La ley aclara que los docentes que no ostenten título de Licenciado en Educación, podrán ser registrados en el Escalafón en pregrado, según el título educativo que ostenten, de acuerdo con la siguiente tabla: pregrado 3, maestro de educación primaria; pregrado 2, bachiller universitario en pedagogía; y pregrado 1, profesor de educación media. La ley otorgará esta excepción, de escalafonarlos en el nivel de pregrado, durante el período 2014 al 2017, sobre todo con miras a que puedan participar en el concurso de selección que corresponda al título que ostentan y el pregrado en que son registrados. Julio Navarro, especialista en el tema educativo, sostiene que esta parte de la ley tiene una laguna debido a que en el artículo 165 del Reglamento de Carrera docente se menciona la obligatoriedad de poseer una licenciatura a partir de 2018, pero no establece plazo para aquellos profesores que ya están dentro del sistema y que solo tienen un nivel secundario. David Marín, rector de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), comentó que ellos tienen un programa de profesionalización docente, específico para estos maestros de primaria que ya están dentro del sistema, pero que no cuentan con una licenciatura.
Según Navarro, en todo el sistema hay unos 24 mil docentes del sistema no poseen un título universitario. Ingreso más riguroso En términos prácticos esta nueva estructura escalafonaria obligará a ser más selectivos con el personal que aspira a ser docente. En el pasado reciente, y sobre todo en los últimos dos años, cualquiera era aceptado en las escuelas normales para cursar la carrera de profesor de educación primaria. De hecho, los procesos de evaluación, y prueba de admisión de la Secretaría de Educación, se eliminaron. Y aún cuando se aplicaban estos filtros, el nivel aptitudinario y de conocimientos de los aspirante dejaban mucho que desear.
Un informe de la Dirección de Calidad Educativa sobre el último proceso de admisión que se efectuó en 2011 en las 13 normales, revela que unos diez mil estudiantes obtuvieron en promedio, en áreas de conocimiento, habilidad cognitiva y vocación, 250 puntos de 500 posibles. Pero esta nuestra estructura aspira a cambiar esa realidad. En el título II, referente a la Organización de la Formación Inicial Docente, y en el capítulo I del Reglamento de Ingreso a la Formación Inicial Docente, en su artículo 12 dice: “Los postulantes para ingresar a la formación inicial de docentes... deberán aprobar la prueba de selección con un puntaje no menor del ochenta por ciento (80%)”. Para muchos este cambio será fundamental para que la tercera reforma educativa sea sustentable a largo plazo y perdure más allá de esta administración gubernamental que ha mostrado especial atención en este proyecto.
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