Líderes sindicales de FECODE y ASPU, organizaciones colombianas afiliadas a la Internacional de la Educación, se reunieron el 10 de abril en Bogotá para aunar fuerzas y definir estrategias en el marco del nuevo proyecto de la Internacional de la Educación de respuesta mundial ante el lucro y la comercialización de la educación. El coordinador del proyecto, Angelo Gavrielatos, presentó la iniciativa junto a David Edwards, Secretario General Adjunto de la Internacional de la Educación.
Fátima Da Silva (CNTE- Brasil) y Roberto Baradel (CTA-Argentina) también estuvieron presentes integrando la delegación de la Internacional de la Educación, en una misión de solidaridad en el marco actual de los procesos de paz y las reivindicaciones del magisterio colombiano.
Durante su intervención, Gavrielatos, ex-presidente del Sindicato Australiano de Educadores (AEU), reconoció las luchas de América Latina y el papel crucial de los sindicatos de la educación contra la ofensiva neoliberal en las últimas décadas. “Tenemos mucho que aprender de América Latina”, afirmó, “hemos dejado pasar demasiado tiempo antes de dar prioridad a este asunto a nivel mundial”.
Asimismo, señaló que los principales objetivos del proyecto son exponer y revertir “la expansión cada vez mayor del capital global en el sector de la educación pública”, así como “presionar a gobiernos y organizaciones internacionales para que asuman su responsabilidad de garantizar una educación pública de calidad integral, socialmente referenciada”.
En ese sentido, insistió en la necesidad urgente de articular una respuesta global ante la invasión creciente de grandes corporaciones en el sector de la educación pública, un sector que para ellas constituye “un mercado global emergente, valorado en 4,5 trillones de dólares y apenas capitalizado en un 0’1%”.
Ante la ausencia de un marco legislativo regulador adecuado, explicó Gavrielatos, “estas corporaciones imponen sus intereses lucrativos y provocan un déficit democrático sin precedentes en nuestras sociedades, actuando al margen de los estados-nación”.
Gavrielatos se refirió a las negociaciones sobre el próximo tratado de libre comercio, TISA (Trade in Services Agreement), que están teniendo lugar en secreto entre los gobiernos. “En el pasado, la educación pudo excluirse del GATS. Con TISA, todos los servicios están dentro por defecto, incluyendo a la educación. Si no se hace presión para excluirla, los gobiernos que firmen TISA habrán de tratar de igual manera a los proveedores públicos que a los privados.”
Gavrielatos participó el 7 y 8 de abril en una reunión con las afiliadas de la Internacional de la Educación para América Latina en Brasil, CNTE, CONTEE y PROIFES, en la que también se presentó y debatió el proyecto. Estas reuniones abren así un proceso de consulta con las afiliadas a la Internacional de la Educación para América Latina, con el objetivo de definir líneas de acción en el marco del Movimiento Pedagógico Latinoamericano, que confronten la disputa actual de la direccionalidad político-pedagógica de la educación.
La Conferencia Regional de la Internacional de la Educación para América Latina, que tendrá lugar del 6-8 de mayo en Chile, dedicará asimismo un espacio al análisis y el debate en torno a este tema.