Diario La República (2015/08/31). Tendencia. Mientras que en el 2000 un 14% de estudiantes estaba en escuelas particulares, en el 2011 este llegó al 25%, según una investigación internacional. Pese a que hay un déficit en el colegio público, el sector privado tiene escasa supervisión.
Cada vez más alumnos dejan los colegios públicos para irse a los privados. Esta es una tendencia que se registra en toda América Latina; sin embargo, el Perú destaca porque tiene el mayor número de estos traslados en comparación con Chile, Brasil, Uruguay y Argentina.
En el 2000, el Perú reportaba un 14% de alumnos de escuelas privadas en todos los niveles y 11 años después, en el 2011, registró casi el doble (25%), según revela el estudio "América Latina después de PISA", del investigador Axel Rivas, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
"El pasaje se dio en especial en nivel inicial y primario, donde la proporción de alumnos en escuelas privadas se duplicó en apenas una década", sostiene Rivas en el libro que analiza la evolución de siete países latinoamericanos participantes en las pruebas elaboradas por el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés).
En el caso peruano, este aumento porcentual representó una gran transformación, pues el país pasó a ubicarse por encima del promedio de la región.
Pero, ¿cuáles son las razones? Para el presidente del Consejo Nacional de Educación (CNE), Hugo Díaz, la comparación de las matrículas registradas entre el 2000 y 2014 arroja una disminución en el sector público, pero un crecimiento en el privado. "Por un lado, se debe a que los ingresos de la población han aumentado y hay más personas que tienen poder de compra y de gasto en la educación. Otra razón es que ha habido un desencanto en la escuela pública".
Precisamente, entre las hipótesis con las que Rivas explica este fenómeno, en los siete países, está el déficit de la escuela pública. "La mayor cantidad de problemas que deben atender y su menor control interno pudieron haber derivado en mayores niveles de ausentismo docente".
A ello se suman los conflictos con sindicatos y el recorte de clases. En el caso peruano se destaca que hubo un fuerte traslado de alumnos a escuelas privadas tras la huelga docente que duró dos meses en el 2012. Otra de las hipótesis es la segregación social, por la que las familias optan por escuelas privadas para "resguardarse y estar entre iguales", indica el estudio.
Expertos en educación consideran que no se puede determinar si el servicio privado es mejor que el público debido a la oferta heterogénea. "Si la calidad de la escuela estatal fuera percibida como buena no existiría la motivación para moverse. En ambos casos, hay instituciones que hacen trabajos buenos y otras deplorables", afirma el educador León Trahtemberg.
Hugo Díaz, del CNE, añade que existen indicadores como la tasa de repitencia o de abandono escolar que son menores en los privados, pese a que los públicos tratan de corregirlo.
Hay que precisar que en la última Evaluación Censal de Estudiantes (ECE 2014), el 26% de alumnos de segundo de primaria de colegios públicos alcanzó, en matemática, el mismo nivel de aprendizaje que tienen los privados. No obstante, el último sector aún supera en comprensión lectora al primero.
Escasa supervisión
El investigador Axel Rivas sostiene que el Perú, a diferencia de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay, presenta mayor libertad para abrir escuelas privadas y cuenta con leyes muy permisivas tanto en los fines de lucro como en las condiciones mínimas de operación. "Esto hace que haya una amplia oferta, muy heterogénea, de servicios de baja calidad, intermedios y de élite", refiere. En el país, hay colegios de bajos costos y deficiente infraestructura.
Carlos Ángeles, ex secretario técnico de la coordinadora regional de Apafas de Lima Metropolitana, señala que la percepción de los padres de familia es que el servicio que se presta no es satisfactorio, ni cumple con los estándares que requiere la educación superior. "La realidad nos dice que hay poca supervisión en los contenidos de los colegios privados. El único control es el del Indecopi. Lo que aparentemente ofrecen es la asistencia mensual de maestros y cronogramas que, a veces, cumplen", asevera.
Entre las propuestas de los expertos, para mejorar el servicio público, están reformar la administración intermedia del sector y reforzar los incentivos salariales para atraer a docentes.
Dos millones de alumnos dejaron la educación estatal en siete países.
Rivas analiza el avance de Perú, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay. Basado en ello, sostiene que, en conjunto, los siete países vieron aumentar la proporción de alumnos en escuelas privadas del 15% en 2000 al 18% en 2010. En total, unos dos millones de alumnos dejaron la educación estatal y unos tres millones llegaron a la privada en la primera década del nuevo siglo.
En México, se mantuvieron las proporciones de la matrícula en ambos sectores y en Colombia, por el control, hubo un crecimiento mayor en la educación pública.
México y Uruguay no tienen escuelas privadas financiadas por el Estado. Perú y Brasil tampoco, salvo algunas excepciones. En cambio, Chile y Argentina tienen una amplia proporción de estas escuelas subsidiadas por el Estado.
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