Análisis

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Un pacto ambicioso con poco avance en República Dominicana

La coyuntura de la educación Dominicana durante el 2014, y el primer semestre de 2015 en sus antecedentes inmediatos, ha estado definida por dos medidas y procesos de gran importancia. Por una parte el aumento del 2 al 4% del PIB de la inversión en educación preuniversitaria, medida tomada previamente al 2014 y con una fuerte presión social, y la firma del Pacto Nacional para la Reforma Educativa en la República Dominicana (2014-2030), suscrito por un amplio y variado espectro de organizaciones sociales, religiosas, empresariales, universidades y gobierno.

El Pacto al cual adhirió la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) tiene en su texto un marcado tono progresista en varios de sus pasajes. Comienza reconociendo a la educación como un derecho humano fundamental, tal como lo señala la Constitución de la República señala luego que es obligación del Estado dominicano financiar la educación pública en todos los niveles, grados y modalidades. En el acápite que se denomina “Sobre la visión compartida de la educación dominicana”, señala que “la educación es un derecho y un bien público de acceso universal y con equidad; orientada a construir ciudadanía plena mediante la formación integral de personas conscientes de sus derechos y sus deberes, respetuosas de los principios y valores constitucionales; personas autónomas, solidarias, éticas y socialmente responsables, comprometidas con la igualdad y equidad de género, la atención a la diversidad, el uso sostenible de los recursos naturales y la protección del medio ambiente; personas capaces de vincularse de manera crítica, creativa y transformadora con el progreso científico-técnico, social y cultural, e integrarse activamente al desarrollo nacional y a la construcción de una sociedad más justa, inclusiva e intercultural a nivel local y global, para vivir de manera digna y pacífica”.

Como ya se dijo una lectura somera del texto lo sitúa como uno de avanzada. Sin embargo, políticas desarrolladas en torno a su implementación no tienen el mismo enfoque. Por ejemplo, la decisión de participar en la prueba PISA para países en desarrollo, la contratación eventual de empresas externas para los procesos de evaluación estandarizada y la incorporación misma de esta como palanca de conocimiento y de un eventual progreso educativo.

            Los docentes nucleados en la ADP han demandado que se mejoren el conjunto de las condiciones laborales de los docentes y han pugnado por un incremento significativo de las remuneraciones, señalando que el alza hasta el 4% del PIB para la educación ha sido usada hasta ahora fundamentalmente en cemento y varilla, lo cual es por cierto, muy del agrado de las empresas constructoras. En el Pacto el gobierno asumió objetivos amplios y ambiciosos, pero en el plano de las relaciones laborales, firmó entre otros compromisos, “alcanzar la plena dignificación de la carrera docente como garantía del derecho fundamental de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a recibir una educación de calidad”.

La dirigencia de la ADP considera que hasta ahora se ha hecho poco para avanzar en estos objetivos, que según el propio gobierno son indispensables para alcanzar la calidad. En 2014 el gremio planteó niveles de aumento salarial que rondaban el 60%, pero finalmente el gobierno concedió el 12%. Dando razón indirecta a señalamientos de dirigentes de ADP, el ministro de educación Carlos Amarante Baret, ha señalado que para avanzar en los objetivos educativos el presidente Danilo Medina está haciendo una gran inversión en la construcción de 28 mil nuevas aulas, y ha destinado, sólo este año, dos mil 333 millones de pesos en la formación y capacitación de los profesores, cuyas condiciones de vida según el discurso oficial habrían sido sustancialmente mejoradas desde 1996, así, sólo en el actual periodo 2012-2016, habrán recibido cuatro aumentos salariales para dignificar aún más sus vidas.  Según el mismo ministro, la masa salarial docente en 2014, incluyendo el sueldo 13, es de 46 mil millones de pesos y con el aumento propuesto del 12 por ciento para el próximo año llegará a 52 mil millones de pesos, equivalente al 1.8% del 4% del Producto Interno Bruto (PIB).

Por otra parte, República Dominicana es uno de los países que ha ido extendiendo en un número cada vez mayor de centros educativos la jornada escolar extendida. El ministro de Educación, licenciado Carlos Amarante Baret, anunció que en el año escolar 2014-2015, (inició el 18 de agosto), al menos 860 mil estudiantes pertenecientes a 1,689 centros educativos participarán en la Jornada de Tanda Extendida, modalidad que definió como “el nuevo paradigma de la educación dominicana”. La meta es que a partir del año escolar 2015-2016, en la Jornada de Tanda Extendida estén participando 1.7 millones de estudiantes, de los 1.9 inscritos en el sistema educativo dominicano. El modelo de Tanda Extendida, que funciona de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, ofrecería, además de una “educación de calidad”, desayuno escolar, almuerzo y una merienda gratis. El modelo de tanda extendida requiere además de aulas adicionales, de la construcción de comedores que no existían en la enorme mayoría de las escuelas.

Según las autoridades, los estudiantes también reciben uniformes, zapatos, útiles escolares y libros de texto, lo cual impacta de manera positiva a la familia, al ahorrar más de siete mil pesos mensuales en su economía, por concepto de gastos educativos.

Otra novedad en el proceso de transformación educativa en República Dominicana es la idea de implantar una asignatura sobre educación financiera en las escuelas, la cual sería una tarea "urgente" para que las nuevas promociones de estudiantes terminen el ciclo escolar con las competencias necesarias para afrontar su día a día. Según la OCDE, esto sería hoy día tan importante como saber leer y escribir.

La idea ya ha sido impulsada en el país por Banesco Banco Múltiple, quien dio inicio en 2014 a su nuevo proyecto “Juego y aprendo con Banesco”, según el banco, este sería un esfuerzo enmarcado dentro de su programa de responsabilidad social empresarial que busca seguir enfatizando, de manera creativa, la importancia de la educación financiera a temprana edad. Esta dinámica fue diseñada con el material de los cinco fascículos que componen la Guía Financiera Infantil Banesco, y busca interactuar directamente con aproximadamente 4,000 niños, a través de la visita a unas 50 escuelas de Santo Domingo durante el primer ciclo del año escolar 2014-2015. Este proyecto es una continuación de los esfuerzos de banco para llevar educación financiera a niños y niñas del país y así impactar “positivamente” a la futura generación de líderes y a la sociedad en general del país.

BANESCO no está sólo en estos esfuerzos, a nivel internacional BBVA ha apoyado a la OCDE para estudios sobre el tema y por otra parte, República Dominicana comparte este proyecto de ideologización financiera y adhesión al neoliberalismo al menos con países como México, Honduras, Perú, Colombia y Uruguay, los cuales han entrado al juego de impulsar hacia la mercantilización a niños y jóvenes. La idea general parece ser la de formar buenos consumidores que cumplan con sus obligaciones financieras, que paguen sus créditos, especialmente los de consumo.

La existencia hasta bien entrado el siglo XXI de un presupuesto equivalente a menos del 2% del PIB para educación no sólo nos remite a una concepción errónea y discriminatoria, especialmente para las mayorías que no pueden pagar educación privada, sino que también tuvo implicancias muy serias para el procesos educativo, en efecto, en relación a los trabajadores de la educación esto ha implicado bajos salarios, deficiencias en su formación inicial y especialmente en la formación continua por la inexistencia o insuficiencia de las ofertas de capacitación, servicios de salud insuficientes, etc.

Pero también esto ha implicado que la cobertura educativa no llegará al 100% de los niños y jóvenes en edad, escuelas en mal estado y muchas sin servicios básicos, falta de escuelas. Materiales de trabajo escasos o inexistentes y estudiantes provenientes de familias en su mayoría pobres de ingreso y culturalmente empobrecidas por su propia condición educativa, de modo que los padres se han encontrado con escasas posibilidades de apoyar a sus hijos en los estudios.

El incremento del presupuesto fue el resultado de la lucha social, no fue el entendimiento de la clase dominante de que la educación era importante lo que llevo a ello, sin embargo, en primera instancia el sector más favorecido será el sector empresarial que recibirá la mayoría de los ingresos provenientes del incremento presupuestal, vía las obras materiales que se están emprendiendo como construcción de escuelas y de aulas, tareas de reparación y mantenimiento y ampliación de servicios, particularmente lo relativo a los procesos de evaluación, textos y materiales de estudio, asesorías y otros.

Al mismo tiempo que se ha incrementado el presupuesto y se ha firmado el pacto, República Dominicana, vía las decisiones tomadas por sus gobiernos y bajo las presiones de los organismos internacionales y del sector empresarial local y transnacional se encamina con paso firme hacia el neoliberalismo educativo.