DIARIO PÁGINA 12. (1/4/2014) El Gobierno y cinco federaciones de maestros resolvieron avanzar en la redacción de un convenio colectivo de trabajo y seguir discutiendo sobre cómo bajar el ausentismo. Los dos años anteriores el incremento se había fijado por decreto.
El gobierno nacional y las cinco federaciones docentes acordaron el aumento del salario inicial de los maestros, que pasará de los actuales 3416 pesos a 4000 en marzo y 4400 en agosto. Expresado en porcentajes, se trata de un 17,9 por ciento en marzo, más un 10 en agosto. Las partes convinieron además avanzar en la redacción de un convenio colectivo de trabajo y seguir discutiendo sobre cómo bajar el ausentismo. En la paritaria se logró así un entendimiento –los dos años anteriores los aumentos fueron por decreto–, aunque los sindicatos quedaron lejos de lo que esperaban. El ministro de Educación, Alberto Sileoni, aseguró que el Gobierno está “satisfecho” por el acuerdo “pero no contento” por los días de clase perdidos. Y Stella Maldonado, la titular del Ctera, aseguró que los gremios pusieron en la balanza la necesidad de destrabar los conflictos en las provincias.
“No estamos satisfechos en lo salarial, sí en el convenio –aclaró la dirigente–, pero nos pareció que era importante hacer un cierre, ya que tenemos siete provincias en las que no podíamos destrabar las paritarias, con los salarios congelados desde el año pasado.” Se trata de Jujuy, La Rioja, Chaco, Mendoza, Corrientes, Neuquén y Catamarca. En por lo menos tres de ellas –Corrientes, Chaco y La Rioja–, el acuerdo tendrá una incidencia directa porque subirá sus mínimos.
El Gobierno habló de un aumento del 27 por ciento, mientras que los gremios de un acumulado del 28,8 (ya que el 10 por ciento de la segunda cuota se calcula en base a sueldos que ya recibieron un 27,9).
Tras anunciar el acuerdo, el ministro de Educación anticipó que la cuestión del ausentismo –que atravesó toda la paritaria y finalmente fue sacada de la discusión salarial– seguirá siendo tratada a lo largo del año. “Hubo una solicitud firme de los gremios de sacar el presentismo de la negociación del sueldo. Lo entendimos, pero el Estado quiere seguir discutiendo con los gremios el modo de poder sostener una rutina más predecible en las escuelas. Nos preocupa el ausentismo de los docentes y también el de los alumnos, especialmente en el secundario.” Sileoni adelantó que se va “a generar un espacio dentro de la paritaria” para encarar el tema.
Desde las federaciones de la CGT remarcaron el acuerdo en crear un convenio para el magisterio, que había sido específicamente reclamado por este sector en la paritaria. El titular de UDA, Sergio Romero, consideró en este sentido que la negociación “terminó con total éxito”. “El convenio colectivo que nunca tuvimos es una conquista gremial”, aseveró. Desde los privados de Sadop, Mario Almirón marcó que el convenio implicará el reconocimiento de “más derechos” para los trabajadores de la educación. En la práctica, a partir de abril comenzará a reunirse una comisión para avanzar en la redacción del convenio.
Las partes terminaron de acercar posiciones en una reunión en la que participaron Sileoni, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y los representantes de los gremios, que luego se trasladaron a la Casa Rosada para firmar el acta con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Tras el anuncio, Tomada destacó que esta paritaria “hace a una mejora del piso” y agregó que el objetivo es que “ningún docente gane menos” de lo acordado.
Si bien la negociación de este año logró un acuerdo, evitando que el aumento volviera a ser fijado por decreto, resultó una paritaria muy dura y contra reloj. Arrancó el 20 de febrero, pocos días antes del inicio de las clases. Los maestros hicieron un paro nacional en el arranque del ciclo lectivo; luego los gremios se dividieron ante el dictado de la conciliación obligatoria, ya que las cuatro federaciones cegetistas (Sadop, Amet, UDA y CEA), que representan a docentes de colegios privados, la acataron, mientras que en la Ctera-CTA, que nuclea a los docentes estatales, con mayor estabilidad laboral, mantuvieron su protesta por 48 horas. A partir de ahí, la negociación avanzó lenta y trabajosamente, bajo el paraguas de la conciliación –que vencía mañana–, y mientras en las provincias se extendían los conflictos locales.
La paritaria federal fija lo que cobra, como piso, cualquier docente del país, es decir, el salario de un maestro que empieza a trabajar, con un cargo de jornada simple. Si bien las provincias son las que pagan los sueldos docentes, el Estado nacional garantiza este piso con fondos propios. La Ctera pretendía para este año un 42 por ciento, para llevar el salario inicial a 4860. Los cegetistas, por su parte, reclamaban un inicial de 5 mil. El Gobierno había ofrecido inicialmente cinco puntos menos (un 22 por ciento) en tres tramos, más las sumas fijas en concepto de presentismo.
Un tema que no quedó explícitamente reconocido fue el del monitoreo de los sueldos por la inflación. Sin embargo, Maldonado, de la Ctera, aseguró que, en el marco de la paritaria que permanecerá abierta para discutir los temas pendientes, “pedimos que haya una cláusula de monitoreo de los salarios, para que esté en relación con los precios, y se habló de convocar inmediatamente a una nueva paritaria si el salario mínimo, vital y móvil queda por encima de nuestro piso salarial”.
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