El hecho de que el diputado y asesor presidencial, José Antonio Zepeda, haya firmado, en representación de los 63,563 trabajadores del sector educativo, un ajuste salarial con el Ministerio de Educación (Mined), lo único que refleja es el control absoluto que tiene el Estado dentro del magisterio.
Tal como informó LA PRENSA hace algunos meses, el ajuste salarial para los maestros apenas fue del ocho por ciento.
El porcentaje solo cubre la inflación y el crecimiento económico del país. Se desconoce si ese ajuste fue negociado de forma tripartita como lo establece la Ley de Salario Mínimo.
El representante del Foro de Educación y Desarrollo Humano (FEDH), Edgard Palacios, consideró que este tipo de negociaciones deben apegarse a lo establecido en la legislación nicaragüense, ya que contrario a las negociaciones tripartitas que hace el Estado con la empresa privada, el ajuste a los maestros solo fue impuesto.
“Siempre hemos manifestado que se requiere que el docente esté bien remunerado y en base a eso consideramos que las cosas se tienen que hacer a como lo establecen las leyes y la Constitución Política”, expresó Palacios.
Con este ajuste el salario de los maestros de Educación Especial pasó de 7,960 córdobas a 8,600 córdobas, Educación Primaria de 7,740 córdobas a 8,300 córdobas; Multigrado de 7, 910 córdobas a 8,600 córdobas; Educación Secundaria de 8,180 córdobas a 9,000 córdobas.
Para el presidente de Fe y Alegría, Everardo Víctor, este ajuste es bien visto dentro del sector magisterial, pero consideró que sigue estando por debajo de la media de países centroamericanos.