Revisión de educar, no lucrar

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La ética de los datos en la tecnología educativa

SERIE: El derecho a la educación pública durante la pandemia:  El espaldarazo institucional para el avance de transnacionales tecnológicas a la respuesta educativa. Parte 4

Para abordar la ética en la tecnología educativa, es importante recordar que desde hace al menos dos décadas hay penetración de las plataformas y aplicaciones digitales en los procesos educativos.

Un elemento básico de la ética en la “ciudadanía digital” es la gestión responsable de los datos que se recolectan cuando una persona utiliza una aplicación o una plataforma.

Es decir, cada vez que una docente entra al buscador “Google scholar” se generan datos sobre las búsquedas que hace la docente, o cada vez que un estudiante navega una plataforma, se generan datos sobre tiempo de navegación, etc. Esos datos pueden ser entregados o vendidos a empresas que luego hacen un “perfil” de las personas usuarias y siguiendo este perfil, les ofrecen productos o incluso, les hacen llegar publicidad o mensajes políticos, etc. 

De cara a la implementación de las soluciones digitales en educación algunas discusiones pendientes son:

1.     Se debe promover la investigación sobre el quemado docente y el quemado en estudiantes en las modalidades virtuales.
2.     Se debe profundizar sobre la pertinencia y relevancia curricular y pedagógica en la modalidad virtual y de las tecnologías educativas. En el 2020 se brindaron algunos abordajes de emergencia, pero no se pudo hacer una propuesta pedagógica del uso de tecnologías educativas.
3.     Se debe legislar sobre las condiciones de trabajo en la modalidad virtual: límites de jornada, costos de acceso a datos, acceso a equipos (computadoras, teléfonos, etc.).
4.     No hay transparencia sobre qué se hace con los datos que se generan cuando docentes y estudiantes utilizan apps y plataformas “donadas” por Google, Microsoft, Telefónica-Movistar, etc. ¿Cómo se utilizan estos datos? ¿Se venden estos datos? ¿Se almacenan estos datos? ¿Quién los almacena, quién los compra? ¿Se crean perfiles de comportamiento con los datos? ¿qué implicaciones tienen estos perfiles?

Es importante resaltar que en abril de 2020,  la OIT distribuyó una nota informativa sectorial sobre “COVID-19 y el sector de la educación” donde advirtió que “la crisis ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los trabajadores con contratos de duración determinada y que no están afiliados a ningún sindicato, así como de los que no tienen otras formas de representación colectivo”( OIT, 2020, p 4).  En esta misma línea, es clave proteger los puestos de trabajo del sector educativo y resguardar el derecho al diálogo social. Los sindicatos de Educación de la Internacional de la Educación para América Latina, han defendido la importancia de avanzar en el diseño de tecnologías educativas de producción nacional o regional, con la participación de docentes, universidades públicas, Ministerios de Educación y Ministerios de Ciencia y Tecnología, entre otros.
 
Por su parte, la organización de defensa de los derechos humanos en la era digital “Digital Defenders Partnership” (DDP) establece algunos pasos mínimos requeridos para una gestión responsable de los datos:

●    comunicar a la persona usuaria qué tipo de datos se están generando cuando utiliza una plataforma o navega la web, etc.
●    informar cómo se recogen esos datos.
●    informar cómo se guardan o almacenan esos datos (storage).
●    qué mantenimiento se brinda a las herramientas de almacenamiento.
●    si los datos se destruyen o se eliminan del almacenamiento.
●    infraestructura de acceso: quiénes tienen acceso a ver los datos almacenados.

En el caso de la tecnología educativa, debe haber claridad sobre cómo se está recogiendo, almacenando y distribuyendo información y principalmente, claridad en el manejo de la data sensible. Una política de seguridad y privacidad en la tecnología educativa debe contar con estructuras de información para la protección de datos e informar a las personas usuarias sobre: cuáles hardware y software se está utilizando para resguardar los datos, cómo se manejan las claves de acceso (passwords) y como se pueden usar los correos electrónicos y otros sistemas de comunicación (DDP). 
La evolución de Internet está vinculada al desarrollo de “Internet de las cosas” (IoT Internet of things), es decir, la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet (juguetes, partes de máquinas, partes de automóviles, partes de las casas y edificios, ropa, etc.). Actualmente, hay hasta 30 000 tipos de dispositivos que funcionan conectados a Internet. “Al estar conectados a la red mundial, estos objetos podrán enviar datos tan variados como mediciones de salud o avisos para hacer las compras” (TEC).
Así, el uso de objetos también va a generar datos e información sobre las personas usuarias. Toda esta generación y gestión de datos debe estar reglamentada desde la política pública y la gestión de los datos.