La rúbrica del documento se realizó en el complejo cultural de Los Pinos, antigua casa de gobierno, después de la celebración de un congreso internacional en la materia al que asistió la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la cultura (Unesco), Audrey Azoulay.
La Declaración de Los Pinos Hacia un Decenio de Acciones para las Lenguas Indígenas, firmada la víspera al terminar el encuentro, consta de 13 puntos, que son las acciones principales que comenzarán a ejecutarse a partir de este mismo momento.
El texto expresa que ninguna lengua quede atrás, que se proteja el patrimonio cultural ente ellos: lenguas, danzas, lugares sagrados y rituales, y que las lenguas siempre tomen las tribunas, las más altas de cualquier país.
Agrega que se creen las políticas sociales incluyentes que combatan la discriminación, pide se fomente una economía creativa con dimensión social y se garantice el derecho a la memoria histórica y el derecho a los pueblos indígenas a tener acceso libre a sus sitios sagrados.
También que las comunidades y su agenda siempre deberán estar al centro de las políticas lingüísticas. El territorio, la lengua y la cultura son una unidad. Se promoverá una educación incluyente y de calidad, y llevar la enseñanza de lenguas originales a todo el sistema educativo.
Plantea considerar la participación de jóvenes en la salvaguarda de patrimonio cultural y lingüístico, y aprovechar los recursos y beneficios de la era digital y de las nuevas tecnologías.
De las siete mil lenguas que se hablan en el planeta solo 10 predominan en Internet, recuerda la declaración.
Llama a fomentar la biodiversidad y protección de los ecosistemas, entendiendo que el paisaje lingüístico y los ecosistemas están íntimamente relacionados.
Finalmente, fortalecer la acción medioambiental contra el cambio climático con el pleno involucramiento de las comunidades locales y de los pueblos indígenas bajo un criterio de acción comunitaria y revitalización de las lenguas.
En la clausura, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, reiteró el compromiso del Gobierno de México de que no haya ni un hablante menos, ni una lengua menos, mientras que Fréderic Vacheron, representante de Unesco, pidió a todos los gobiernos del mundo cumplir el plan del decenio en favor de las lenguas maternas.