El proveedor educativo con fines de lucro, Bridge International Academies, reveló sus verdaderos colores, después de orquestar un arresto contra el investigador canadiense indagando sus operaciones en Uganda, un país donde los planes de expansión de dicha compañía fueron puestos en espera.
Curties Riep realizaba una investigación sobre la privatización de la educación en Uganda. Poco después de llegar a una cita previamente agendada con los oficiales de la compañía educativa Bridge, en un café en Kampala, Uganda, Riep se encontró siendo llevado afuera por la seguridad y la policía.
Poco sabía él que cinco días antes, la compañía de educación sin fines de lucro publico un anuncio de "se busca", en un periódico nacional, acusando a Riep de hacerse pasar por uno de sus empleados, una acusación que se probó falsa. Ahora de vuelta en Canadá, el cadidato a Doctor de la Universidad de Alberta está convencido de que dicho incidente fue arreglado.
"[Bridge] definitivamente orquestó todo esto. Literalmente dos minutos después de sentarme con ejecutivos de Bridge para una entrevista, sus 'detectives' y dos oficiales de policía estaban ahí para arrestarme," afirmó Riep sobre su arresto. "En el auto donde me llevaron a la estación de policía había un abogado de Bridge. Cuando llegamos a la estación, había medios de comunicación listos para tomar fotografías de mí."
El comportamiento de Bridge International Academies (BIA), viene del hecho de que el gobierno de Uganda ha ordenado a la compañía a cesar sus planes de expansión, luego de que la misma falló en cumplir el currículum y estándares de infraestructura necesarios. Bridge tiene actualmente 80 escuelas primarias y pre-primarias en Uganda, dirigidas por los fundadores americanos Jay Kimmelman y Shannon May.
Bridge, la cual opera sus así llamadas escuelas de "bajo costo" en Uganda, Kenya, y más recientemente Liberia, es apoyada financieramente por personas como Mark Zuckerberg de Facebook, la Bill and Melinda Gates Foundation, y el conglomerado de educación Pearson Ltd. Es también apoyado por el Banco Mundial, y el Departamento de Desarrollo Internacional de las Naciones Unidas. El modelo de negocio de Bridge, el cual depende de dinero público para operar escuelas que cobran honorarios, y son conducidas por maestros poco calificados, ha recibido fuertes críticas.
Aunque promueven educación "costeable" para algunos de los niños más pobres del mundo, Bridge fuerza a las familias a pagar por lecciones inadecuadamente articuladas, leídas desde tabletas electrónicas. Muchos niños son relegados a aprender en ambientes cuestionables, como salones de clase con faltantes de materiales apropiados, incluyendo sillas y escritorios.
Entre sus críticos más destacables están los sindicatos de educación, liderados por la Internacional de la Educación (IE). Uganda fue el proyecto de investigación que Riep tomó, siguiendo sus estudios de las operaciones de Omega School en Ghana y las de APEC Schools en Filipinas.
En una carta abierta dirigida a Shannon May, el secretario nacional de la Internacional de la Educación (IE), Fren van Leeuwen, dijo que las acciones de Bridge deben ser expuestas como injustificadas e irresponsables. Consideramos que este episodio y este comportamiento como inaceptables, y no dignos de una organización que clama tener interés real en la juventud. Van Leeuwen ha exigido a Bridge disculparse con Riep, además de pagar por sus gastos legales.
A pesar de las luchas de Bridge en Uganda, la compañía ha puesto sus ojos en la empobrecida Liberia. Siguiendo años de guerras civiles y la devastación de la epidemia de Ébola, el gobierno de Liberia está subcontratando a Bridge en sus escuelas primarias públicas.
La Internacional de la Educación, el sindicato profesional más grande en el mundo, y la voz de 32 millones de educadores en 171 países, lidera la campaña contra la privatización y comercialización de la educación pública.