Un informe presentado por la organización civil Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) revela que los padres de familia invierten hasta el 47 por ciento de su ingreso anual en costear la escolaridad de sus hijos en los centros educativos del sistema público.
Las madres y padres de familia aportan entre 9,675.69 y 14,203.00 lempiras anuales al sistema educativo nacional, es decir hasta un 47 por ciento de sus ingresos, de acuerdo a un estudio presentado ayer, por la plataforma Transformemos Honduras.
Dicho estudio fue realizado entre agosto y octubre 2018, con la colaboración técnica de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), capítulo de Transparencia Internacional en Honduras.
ENCUESTAS EN ESCUELAS
En total, 2,222 padres y madres de familia y 553 docentes fueron encuestados en 247 escuelas de Francisco Morazán y La Paz, para cuantificar la contribución económica de los hogares a la educación de más de dos millones de niños y niñas matriculados en el sistema nacional.
Los resultados indican que, mensualmente, en Francisco Morazán, los padres y madres de familia gastan en promedio 1,420.45 lempiras y en La Paz, 967.50 lempiras.
Esto significa que casi una quinta parte de los padres y madres de familia de La Paz y casi la mitad de los padres y madres de familia de Francisco Morazán invierten entre el 16 por ciento y 47.3 de su ingreso mensual.
Estos fondos son destinados a costos asociados al funcionamiento del centro educativo, como pago anual para aseo y vigilancia, copias de exámenes, textos escolares, celebraciones, alimentación, costos de mantener a sus hijos e hijas en el centro educativo, pago de uniformes, compra de útiles escolares, gastos de trabajos manuales, gastos por transporte y costos asociados como los gastos para la celebración del Día de la Independencia y pago de internet en cibercafé, entre otros.
UN ENORME SACRIFICIO
“En Honduras, el 66 por ciento de la población vive en pobreza, lo que indica que los padres y madres de familia hacen un enorme sacrificio para atender la demanda que hoy el sistema educativo exige, con una esperanza de que sus hijos puedan lograr mejores oportunidades en la vida”, apuntó Blanca Munguía, coordinadora de Transformemos Honduras.
Añadió que lo lamentable es que actualmente los índices de rendimiento académicos son bajos y en los últimos años se han estancado, y tampoco se identifica una estrategia clara de parte del gobierno para que estos indicadores avancen”.
En el caso de padres cuyos hijos cursaban bachillerato, los gastos se elevaron entre 10,335 y 16,267.68 lempiras por Trabajo Educativo Social (TES), gastos de graduación y uniformes de TES y práctica profesional.
Por su parte, los centros escolares detallaron que cerca del 57 por ciento de los recursos obtenidos para mejorar la infraestructura, adquisición o reparación de mobiliario fueron aportados por los padres de familia, contra un 17 por ciento aportado por la Secretaría de Educación y un 11 por ciento por las autoridades municipales.
Estos fondos, según los consultados, son manejados principalmente por las sociedades de padres de familia o directores de los centros escolares.
En el caso de los docentes, indicaron un gasto anual promedio entre los 12,421.73 y 14,651.71 lempiras en pago de libretas de notas o control de asistencia, libros de apoyo, pago de internet y servicios de computación, fotocopias y materiales y material didáctico, entre otros.
AUMENTAR PRESUPUESTO
Transformemos Honduras recomendó al gobierno aumentar el presupuesto de la Secretaría de Educación a partir de los próximos ejercicios de planificación presupuestaria, minimizar o eliminar gastos innecesarios asociados cubiertos por los padres, en detrimento de la ya endeble economía familiar de miles de hondureños y fomentar su participación para lograr un mejor desempeño académico en cada centro educativo.
De su lado, el investigador de ASJ, Johny Varela, explicó que el estudio se realizó en el departamento de La Paz y Francisco Morazán, con el fin de conocer cuál es el aporte financiero que hacen los padres de familia y docentes en los centros educativos.
“Haciendo un estimado a nivel nacional, con respecto a un promedio aproximado de 9,000 lempiras que invierte un padre de familia, más 14,000 que están invirtiendo los docentes, podemos estimar que la inversión anda alrededor de 21,000 millones de lempiras anuales”, detalló Varela.
A criterio del investigador, los padres de familia y docentes aportan cerca del presupuesto general del Estado a al sistema educativo público.
El presente estudios, es en relación a un hijo, pero hay familias que tienen dos matriculados en el sistema. Significa en el departamento de La Paz, representa 18,000 lempiras para los jefes de hogar y en Francisco Morazán alcanzaría 28,000 lempiras.
SEGÚN EXMINISTRO
“En Educación falta liderazgo”
El exministro de Educación, Marlon Escoto, lamentó que el sistema educativo haya caído en la crisis en la que se encuentra ahora y consideró que eso se debe a la falta de liderazgo y confianza.
“Lo más trágico de esto es que no hubiera una reacción de inversión del Estado que lo está asumiendo la familia y hablamos de cuatro salarios de inversión por niño al año”, señaló Escoto.
Añadió que para evitar que los padres de familia sostengan los gastos de centros educativos, el gobierno debería incrementar en 100,000 millones de lempiras y no en 30 millones como está en la actualidad.
Señaló que se debe ajustar el presupuesto al ritmo de crecimiento, que en 10 años creció cuatro veces y la educación creció en 1.5, lo que no concuerda con el actual presupuesto.
Por otra parte, Escoto confesó que diversos sectores empresariales y de la sociedad civil le ofrecieron volver a dirigir la Secretaría de Educación, pero le ponen algunas condiciones.
“Pero hay una serie de condiciones, obviamente no son negociables y no son aceptadas, pero si pudiera colaborar para que el sistema educativo tomara rumbo, lo haría con mucho gusto, pero esas ya son determinaciones que no son simples voluntades, sino que están en otro tipo de intereses”, añadió.
“He tenido reuniones con el sector privado, cooperación -internacional- y sociedad civil, donde se ha abordado el tema y he dicho lo mismo, no podría decir no a acompañar cualquier proceso que ayude a levantarnos de los problemas que tenemos en el país”.
Finalmente, externó que “la crisis de educación, es un tema de liderazgo y de confianza, porque en la administración pública sino se genera la suficiente confianza y liderazgo; que pueda transmitir sus reformas y pensamientos, hay mandos intermedios que no logran conectar entre sí”.