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Chile: Claudio Orrego: “Las tomas y la violencia pueden terminar siendo el tiro de gracia a la educación pública”

DIARIO RADIO U (2016/05/29). El intendente Claudio Orrego defiende la acción de Carabineros, justifica su decisión de no autorizar la marcha estudiantil del pasado jueves 26 -afirma que los estudiantes solicitaron un recorrido "imposible"- y manifiesta su preocupación por la creciente radicalización del movimiento. El ex alcalde cree que el movimiento tiene que decidir qué camino va a seguir durante el resto del año: la radicalización o la masividad.

Desde que asumió el cargo, en marzo de 2014, el intendente Claudio Orrego (DC) afirma que ha autorizado 313 marchas. De ellas, 25 han sido movilizaciones estudiantiles, pero el jueves 26, por primera vez en dos años y medio de gestión, entre la Intendencia y los dirigentes secundarios no hubo acuerdo. El resultado: 31 carabineros heridos, 117 detenidos y el centro de la ciudad alterado por varias horas. Orrego fue responsabilizado por los estudiantes, quienes masificaron un afiche del ex alcalde marchando “sin permiso” en una manifestación en protesta al régimen militar. Le molestó, pero no respondió, porque -ahora sostiene- la diferencia es “abismante”. El intendente asegura que los estudiantes no asistieron a las reuniones de coordinación, y cree que, en parte, se debe a que este año, a diferencia de todos los anteriores, el movimiento ha optado por la radicalización y no la masividad. Orrego respalda la acción de Carabineros y emplaza a los estudiantes a definir cuál será el camino que seguirán por el resto del año. Y si el diálogo para futuras movilizaciones continuará.

En 2011, en pleno auge del movimiento estudiantil, cuando usted era alcalde de Peñalolén, señaló que “el movimiento estudiantil no puede ser derrotado” y que usted se la iba a jugar para evitar una eventual derrota. Hoy, los estudiantes lo ubican en la vereda opuesta. ¿Qué le parece?

Que es parte de la democracia, que la gente puede expresar públicamente sus opiniones. 

¿Qué ha cambiado?

En mí no ha cambiado nada. Tengo un rol distinto, pero tengo las mismas convicciones respecto de que en una democracia moderna todo el mundo tiene que ser capaz de expresarse libremente y respetar el derecho de los demás. Y en eso no me he movido ni un ápice de cuando yo era dirigente estudiantil hace ya muchos años, en plena dictadura. La lucha por mis derechos no se hace pasando a llevar los derechos de los demás. 

¿Cuál fue el criterio utilizado para no autorizar la marcha del jueves 26? 

Esta es primera vez que no llegamos a acuerdo con el movimiento estudiantil desde que soy intendente. Y la razón es muy sencilla: no llegaron a la reunión que teníamos convocada para evaluar el recorrido. Aquí no se ha suspendido el derecho a reunión, se han establecido recorridos alternativos, que es lo que hemos hecho con la CUT, con la Confech, con los movimientos de la diversidad sexual, de la marihuana, los ciclistas, en fin. Todos los movimientos han entendido que el libre ejercicio de su derecho a reunión en algún momento debe ser compatible con el respeto a las personas que viven, transitan y trabajan en los mismos trayectos. Aquí no hubo esa flexibilidad, no hubo voluntad de diálogo y, lamentablemente, tuvimos que no autorizar la marcha. A eso agréguele lo que ocurrió el 21 de mayo, el informe negativo de Carabineros y que las tres marchas estudiantiles que hemos tenido este año han terminado en serios incidentes que han ido creciendo a lo largo del año.

No es lo que han dicho los estudiantes...

Ellos presentaron la solicitud el día jueves 19. Ese mismo día se les invitó a una reunión el lunes 23 con Soledad Pérez, la encargada de orden público, y a pesar de todos los esfuerzos el lunes, el martes y el miércoles, ellos sólo aparecieron el miércoles 25, a las 18.30 aquí en la intendencia. Solicitaron una reunión a través de dirigentes del PC, no directamente a mí, y los recibió Soledad Pérez, pero ya estaba dictaminada la no autorización. Hemos tenido una práctica de respeto irrestricto al derecho de reunión, pero eso también ha sido compatible con alternar recorridos para no castigar siempre a los mismos en la ciudad.

El recorrido que habían escogido los estudiantes era desde la Plaza Italia hasta Plaza Los Héroes, pasando por La Moneda y el Mineduc. Ese es un trayecto que tiene cierto simbolismo...

Pedían partir en Plaza Italia y terminar en Teatinos, frente a La Moneda, lo que es absolutamente imposible, menos con informe negativo de Carabineros, producto de que iba a haber muchos encapuchados, que hubo; que iba a haber mucha violencia, que hubo, y además teníamos el antecedente de una persona muerta en Valparaíso. De hecho, el jueves por poco no tuvimos un carabinero muerto por un acto criminal. A mí me llaman la atención las declaraciones de algunos que cuestionan el recorrido de una marcha, pero no tienen ningún problema en quedarse en silencio cuando se trata de condenar la violencia criminal de algunas personas. El jueves pudo haber muerto un carabinero y lo que vimos fueron actos delictuales y muchos de ellos encapuchados, cobardes, a mi juicio, verdaderos delincuentes que se meten en las marchas. Me gustaría un procedimiento claro de quienes convocan y apoyan esas marchas. 

¿El mensaje es para las diputadas del PC Karol Cariola y Camila Vallejo, que lo emplazaron a usted a que se autorizara esa marcha y se cumpliera con el recorrido propuesto por los estudiantes?

Me parece legítimo que alguien tenga una diferencia sobre el recorrido de una marcha, es parte de la democracia. Pero a mí me gustaría que se reconociera el esfuerzo que hemos hecho durante estos dos años y medio. Durante 2011, los estudiantes no marcharon nunca frente a La Moneda. Aquí llevamos 25 marchas autorizadas en dos años y medio, donde siempre, hasta esta marcha que pasó, había habido un acuerdo. Y donde siempre alternábamos el recorrido tradicional con otros recorridos. Eso los dirigentes que usted menciona no parecen reconocerlo y a mí me gustaría que condenaran también los hechos de violencia brutales en el caso de Valparaíso y el de ayer. Aquí hay un mensaje: el movimiento estudiantil tiene que decidir cuál camino va a elegir, si el camino de la masividad, de la creatividad, de la alegría, que tienen otros movimientos y que tuvieron los movimientos estudiantiles anteriores, o el camino angosto de la radicalización que siempre termina en capturas de grupos violentistas. Este es un gobierno al que le preocupa que un grupo de ciudadanos crea que son los únicos que tienen derechos y que sus derechos están por sobre los demás. Eso no es democracia, eso es autoritarismo. 

Esta tesis que usted defiende en materia de seguridad pública y que también ha sido defendida por el ministro del Interior, Jorge Burgos, tiene en su misma coalición a voces abiertamente opositores, que provienen del ala izquierda del bloque. ¿Cómo complica al escenario global que personeros oficialistas se desmarquen de las decisiones que toma el gobierno en este ámbito? 

En los tiempos que vivimos, de sensación de inseguridad de las personas, impunidad por otros lados, no hay ningún espacio para la tolerancia frente a la violencia. Frente a eso, no solamente la coalición de gobierno, la sociedad chilena tiene que actuar. Tiene que haber consenso: no se acepta en democracia la violencia como método de acción política. Punto. Y ojo, que hay un continuo, porque partimos con una piedra y terminamos con una pistola, y entremedio hay molotov, pastelones, etc. Como chileno, yo no te hablo como intendente. ¿Estamos formando una generación de chilenos que siente que tiene sólo derechos y ningún deber de respetar los derechos de otros? Es complicado. Si algo yo repondría en todos los colegios es el curso de educación cívica. No sólo cómo se hace la Constitución o cómo se vota en las elecciones, de lo que significa vivir en democracia, que yo puedo discrepar de ti, pero no eres mi enemigo. Que yo puedo manifestarme, pero no tengo por qué destruir lo que le pertenece a otro. Cuando ya llegamos a muertos y se preguntan dónde estaba Bomberos, dónde estaba Carabineros..., ¡hubo alguien que tiró una molotov a un edificio público! Eso es suficientemente grave para merecer una condena de todos, partiendo por quienes convocaron esas marchas. Porque tampoco es legitimo que yo sistemáticamente convoque una marcha que termina en disturbios y yo después me lavo las manos y digo que no tengo nada que ver con lo que está ocurriendo. A lo menos condenemos los hechos de violencia que yo digo no compartir. Alguien del movimiento estudiantil subió una foto mía en una marcha. Y yo digo, ‘pucha que es distinto manifestarse a cara descubierta en una dictadura que prohibía cualquier manifestación, de cualquier tipo, y de manera pacífica en un paseo peatonal’. Cómo se compara con los que rechazan a la autoridad que quiere dialogar con ellos, se encapuchan en democracia y usan la violencia. Hay un abismo.

¿Usted también cree -como la Presidenta Bachelet- que Carabineros se ha visto “inhibido” en su actuar tras lo que pasó con Rodrigo Avilés en Valparaíso el 21 de mayo de 2015?

Soy un gran admirador de Carabineros de Chile y creo ser parte de una gran y enorme mayoría de chilenos que respetamos su difícil labor en todos los planos, especialmente en el plano del orden público. Carabineros lo hace muy bien en el ámbito del orden público. Marchas de miles de personas, muchas marchas, y dime: ¿Cuántas personas con sus derechos vulnerados? Los mínimos. Creo que tenemos que fortalecer aún más el trabajo de inteligencia que nos permita hacer buenas detenciones. No me sirve tener a 115 detenidos. Yo quiero detener a una persona con foto, cuando se vistió, se puso la capucha, la molotov. La persona que quemó la Iglesia de San Francisco, patrimonio nacional, sigue presa. El trabajo en ese caso fue excelente. Acabamos de condenar ayer (jueves) a dos jóvenes que quemaron un bus en agosto pasado. Se hizo el trabajo de inteligencia, como intendencia nos querellamos y ahí está el condenado a tres años y un día. El uso de bombas molotov está penado por la ley de control de armas, es un delito, aunque sólo la portes. Yo creo en el debido proceso, el rol de las instituciones, pero espero que cuando detengamos a una persona que comete delitos graves lo hagamos con las pruebas suficientes para que cumpla condenas definitivas. Y lo estamos empezando a lograr. Yo creo que ese es el camino que tenemos que fortalecer tanto por el lado de Carabineros y la PDI como por el lado del gobierno. En materia de Estadio Seguro nosotros estamos impulsando un software de reconocimiento facial que nos dé más herramientas para detectar a aquellos que cometen delitos o faltas. 

Se supone que esas herramientas -como el control preventivo de identidad- están incluidas dentro de la agenda corta antidelincuencia que impulsó el gobierno y que contó con el rechazo de una parte de su coalición en el Congreso. 

Recorro cinco comunas semanales, tengo 52 comunas. Las he recorrido muchas veces. El clamor que más escucho es por la seguridad, por disminuir la sensación de temor, la violencia de algunos delitos con armas de fuego, eso escucho en todas las comunas. Ahora estoy haciendo cabildos, llevo nueve: ayer estuvimos en La Granja, la semana anterior en El Monte, la anterior en Vitacura, solamente de seguridad. No podemos avanzar en la lucha contra la delincuencia, que es una prioridad nacional, sin darles más herramientas a las policías y también a los fiscales. Y en eso la ley de agenda corta va en esa línea. Se ha demonizado y caricaturizado el control preventivo de identidad, que quedó súper acotado: una hora, cualquier medio de identificación. Por supuesto que hay sanciones a los abusos, salvo que alguien se niegue. ¿Quién se niega? Yo voy al estadio, nunca me he considerado agredido, porque en la entrada me piden el carné, entiendo que es una medida de seguridad para que no se metan personas que no corresponden. Creo que el que tiene una orden pendiente de detención tiene que estar muy preocupado de esta ley. El resto de los chilenos, no.

Los estudiantes ya anunciaron la escalada en las movilizaciones, y que incluye, entre otras cosas, la toma de los establecimientos educacionales. ¿Cuál va a ser el criterio que va a aplicar la intendencia en estos casos?

Cada vez que he tenido una solicitud de  un alcalde, alcaldesa o sostenedor de desalojo, lo hemos hecho inmediatamente. Aquí no corresponde que un grupo de alumnos se tome por la fuerza y contra el