La abundante oferta de educación técnica que hay en el país deberá someterse a nuevos controles y requisitos con el Marco Nacional de Cualificaciones de la Educación y Formación Técnica Profesional de Costa Rica, presentado este lunes por autoridades del sector, del Gobierno y del sector empresarial.
Este marco surgió a lo interno de la Universidad Técnica Nacional (UTN), que lo llevó al Consejo Nacional de Rectores (Conare). En setiembre de 2015 se declaró de interés nacional la formulación de dicho marco y se convocó al Ministerio de Trabajo, al Ministerio de Educación Pública (MEP), al Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y al Conare para su elaboración.
Edgar Mora, ministro de Educación, aseguró que el documento será una especie de columna vertebral para el sistema de educación técnica profesional, que cuenta con una demanda creciente en el país.
La iniciativa llega luego de que se realizara un mapeo de la oferta de programas técnicos, cuyo resultado evidenció una gran diversidad e inconsistencias entre programas y las titulaciones que se otorgaban. Por ejemplo, había diferencias entre las horas de práctica, existían programas similares en distintas instituciones con requisitos diferentes para iniciarlos, así como distintos nombres de titulaciones bajo un mismo perfil profesional.
Según el presidente Carlos Alvarado, presente en la actividad de este lunes, el diagnóstico sobre la educación técnica encontró que en el país había más de 500 modalidades en este campo de capacitación.
“Eso mezclaba nombres de títulos, horas de aprendizaje, tipos de calificación... Era esa oferta no solo a la que estábamos mal conduciendo a las personas que se educaban, sino también era con esa oferta y desorden que llegaban esas personas con la ilusión, los títulos y los recursos invertidos al mercado laboral”, resaltó Alvarado.
El mandatario resaltó que, gracias al trabajo conjunto del sector privado y público, se identificaron cinco niveles de la educación técnica, con las horas de capacitación, el nivel académico asociado y la claridad sobre cómo se pasa de niveles y cómo se puede remunerar cada uno de ellos. Ahora queda implementarlo, respetarlo, evaluarlo y mejorarlo, agregó.
Dicho marco también permite contar con datos ordenados y uniformes para elaborar estadísticas que den a conocer la realidad de esta educación.
A criterio de Marcelo Prieto, presidente del Conare y rector de la UTN, Costa Rica vivía en una situación de desconcierto, “donde había decenas de programas de carácter técnico, decenas de iniciativas, múltiples cursos y todos se llamaban técnicos, todos daban títulos de técnico, con diferencias enormes entre todos, de tal manera que al empleador se le hacía difícil (y se le seguirá haciendo difícil hasta que no implementemos el marco), saber cuál es el nivel del técnico que está contratando y cuáles las competencias de ese trabajador.
Ahora, la llamada Comisión Interinstitucional para la Implementación y Seguimiento, tendrá la responsabilidad de velar por el cumplimiento de los propósitos definidos en este marco.
El proyecto consta de varias etapas; ya se concluyó la de formulación y establecimiento de la metodología, luego viene el proceso de divulgación, que consiste en enseñar a las instituciones cómo se elaboran los estándares, la construcción de un catálogo de cualificaciones donde las personas podrán informarse y por último la certificación, acreditación y articulación.
Prieto comentó que todas las instituciones que ofrecen esta modalidad educativa ya pueden implementar el marco regulatorio, pues las que no se ajusten al mismo, "no van a tener el reconocimiento del Ministerio de Educación ni del Estado y sus títulos no van a valer. Pero esto no es algo que se pueda imponer, es un proceso de convencimiento, trabajo e implementación detallada”, señaló Prieto, para añadir que será por medio de los canales del MEP que las instituciones podrán hacer el proceso de acreditación.
Steven Núñez, ministro de Trabajo, comentó que esto vendrá a ordenar la oferta educativa a nivel técnico y da garantías al sector empleador.
“Al saber que cuando contrata a estas personas tiene la garantía que se han formado con tal cantidad de horas, con contenido específico de su interés, de manera que ambas partes ganan, tanto el empleador como la persona misma, que al capacitarse sabe que está en unos cursos que le dan la capacidad de insertarse al mercado laboral”, manifestó el jerarca.
Por último, el presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), Gonzalo Delgado, aseguró que los beneficios del marco son múltiples e inciden directamente en la economía y la competitividad del país, en las empresas, en el mercado laboral, y en la calidad de la educación.
“Permite el aprendizaje permanente y el aumento de la empleabilidad, porque facilita los procesos de reclutamiento y selección de personal. Aumenta las oportunidades de empleo y la retribución salarial, al clarificar las escalas de conocimiento. Es una educación acorde con las demandas vigentes y proyectadas del sector productivo”, comentó Delgado.