Análisis

| Colombia

Descripción del cambio en la nueva medición de la calidad en Colombia

Desde 1991 Colombia cuenta con un sistema de evaluación educativa. En el 2001, mediante la Ley 715, este sistema adquiere carácter obligatorio y, en el 2009, se reglamenta la evaluación del aprendizaje con el decreto N°1290. Esta normativa establece que las instituciones encargadas de monitorear la calidad de la educación son: el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes).

Anteriormente, para evaluar la calidad de la educación, el Icfes  utilizaba los resultados de un único instrumento: las pruebas Saber. Estas pruebas se aplicaban periódicamente a los/as estudiantes de instituciones públicas y privadas, de 3°, 5°, 9° y 11° grado. Las pruebas Saber evalúan los conocimientos y las competencias de los/as estudiantes según el grado escolar: para el tercer grado se evalúa lenguaje y matemáticas; para quinto grado se evalúa matemáticas, lenguaje y ciencias naturales; para noveno grado se evalúa matemáticas, lenguaje, ciencias naturales y, educación económica y financiera; y, para onceavo grado se evalúa matemáticas, lectura crítica, sociales y ciudadanas, ciencias naturales e inglés.

Desde hace varios años, las autoridades educativas han dado una discusión sobre la necesidad de que la medición de la calidad educativa contemple otros aspectos, además de la evaluación de las pruebas Saber, principalmente porquese considera que la calidad educativa es un concepto compuesto y que, por consiguiente, es necesario recurrir a diversos componentes para evaluarla. Es por esto que la Ministra de Educación, el Viceministerio de Educación de Preescolar Básica y Media y el Icfes, plantearon un cambio en la medición de la calidad de la educación. Según la ministra de educación, Gina Parody, con este cambio la medición no dependerá solamente de los resultados de la pruebas Saber, sino que incluirá otros criterios.

Por esta razón, en conjunto, la Ministra de Educación, el Viceministerio de Educación de Preescolar Básica y Media, y el Icfes, construyeron elÍndice Sintético de Calidad Educativa (ISCE). Tanto para el MEN como para el Icfes, este índice resume en una escala de 1 a 10 los aspectos importantes que se deben saber sobre los colegios y la educación de los niños/as y los/as jóvenes. Si bien las pruebas Saber seguirán siendo parte fundamental del índice, la nueva medida incluye también factores de gran relevancia como cuántos estudiantes pierden el año y el ambiente escolar de los centros educativos.

¿Qué mide ISCE?

El ISCE, con el que se propone medir la calidad de la educación, incluye las siguientes variables:

  1. Resultados de las pruebas Saber.
  2. El mejoramiento de los resultados.
  3. La tasa de repitencia.
  4. El ambiente escolar.

En opinión de las autoridades educativas, estas variables revelarán cómo se encuentra la educación del país, en términos de progreso, eficiencia y ambiente escolar.

  1. El progreso, mide la mejoría del colegio en relación con el año inmediatamente anterior.
  2. La eficiencia,  mide que todos los estudiantes alcancen los logros propuestos en el grado escolar, buscando balancear el puntaje obtenido en desempeño. La calificación será según el número de estudiantes que son aptos para aprobar los grados del ciclo evaluado.
  3. El desempeño, se mide con los mejores resultados en las pruebas Saber.
  4. El ambiente escolar, revisa en qué contexto se están desarrollando las clases que están recibiendo todos los/as estudiantes.

Se elaboraron tres tipos de ISCE, uno para primaria, otro para secundaria y otro para educación media, de manera que se puedan establecer comparaciones diferenciadas entre niveles.Se afirma que el objetivo de esta nueva medición es tener más información sobre cómo está la institucionalidad educativa en Colombia, para poder tomar decisiones mucho más asertivas y establecer medidas de manera oportuna para mejorar la calidad de la educación que se ofrece en el país.

¿Para qué medir la calidad de la educación?

La propuesta del Índice Sintético de Calidad Educativa representa un esfuerzo de las autoridades educativas de Colombia, por desarrollar un instrumento de medición de la calidad de la educación que incorpora elementos muy importantes, superando de esta manera el tipo de medición estándar que se ha venido impulsando a nivel internacional, tales como las pruebas PISA, PERSE, SERCE de la UNESCO y TIMSS, entre otras.

Sin embargo, este nuevo instrumento de medición de la calidad de la educación, deja por fuera aspectos fundamentales, algunos de los cuales se mencionan a continuación:

  • no mide la calidad de la formación docente, ni la calidad de las metodologías de enseñanza que se utilizan en el aula,
  • no mide la pertinencia y calidad de la currícula educativa,
  • no toma en cuenta los datos sobre la cantidad de estudiantes por cada docente, y
  • no considera algunos componentes estructurales u organizativos del sistema educativo, que muchas veces son determinantes en los resultados del proceso de enseñanza.

Posición de las organizaciones magisteriales ante el ISCE

El anuncio por parte del MEN de empezar a implementar el ISCE ha suscitado numerosas e importantes críticas, la mayoría por parte del gremio docente. La crítica más importante por parte de este sector, es que este índice compara a todas las instituciones educativas por igual, sean estas públicas o privadas, del centro de la capital o de un municipio lejano, sean centros unidocentes o no, sin considerar el contexto social, económico y geográfico particular de cada centro educativo, aspecto que de tomarse en cuenta revelaría realidades muy diferentes que hacen que no sea posible ni válido comparar a los centros educativos entre sí.

Otra de las críticas que hacen las organizaciones magisteriales es sobre la estructura de las pruebas Saber, principalmente porque se indica que en estas pruebas se plantean ejercicios de repetición que en muchos casos se resuelven en segundos con ayuda de los celulares o las calculadoras actuales, mientras que se avanzaría mucho más si se construyen pruebas que evalúen los niveles de conceptualización, deducción, inducción y argumentación de los/as estudiantes.

Concretamente, sobre este tema la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), ha señalado que el ISCE “… es una acción puntual que aborda los resultados, desconociendo las realidades educativas del país, centrando la calidad desde el tecnicismo, las mediciones y las recomendaciones de la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE). Se hace referencia a la calidad sin contemplar los fines mismos de la educación, miden el progreso, la eficiencia, y el desempeño y el ambiente escolar, a partir de pruebas estandarizadas que niegan la autonomía institucional contemplada en la Ley y los procesos pedagógicos”.

Posición de la Internacional de la Educación frente al tema de la calidad de la educación

Sobre el tema de la calidad de la educación, la posición de la Internacional de la Educación para América Latina (IEAL) ha sido clara. Hemos señalado que la preocupación por la medición de la calidad de la educación siempre lleva implícito una idea de lo que debe ser la educación o lo que se aspira que sea el resultado final del proceso educativo. Lo que con frecuencia se encuentra es que, hasta ahora, muchos de los parámetros con los que se ha medido la calidad de la educación parten de los conocimientos (y algunas destrezas) que han logrado acumular los/as estudiantes, sin considerar otros aspectos fundamentales. Para la IE el tema medular sigue siendo, ¿para qué se quiere medir la calidad de la educación? y ¿qué características debe reunir la oferta educativa para que ésta se considere de calidad? Las respuestas a estas preguntas, pasan inevitablemente por una definición del tipo de proyecto de sociedad a que aspiramos o deseamos contribuir a construir.

Si nos identificamos con un proyecto de sociedad para el mercado, interesado en la formación de “capital humano” para las empresas, entonces, la calidad de la educación puede enfocarse en generar las competencias necesarias entre los educandos para su inserción en esa economía de mercado, para desempeñarse “exitosamente” en las empresas, es decir, contribuyendo al crecimiento de éstas. Lo que interesa primordialmente el aporte de este “recurso humano” al crecimiento económico del país y de las empresas. En este caso, las pruebas estandarizadas, enfocadas en la medición de conocimientos y destrezas, pueden ser un instrumento adecuado para determinar la calidad de la educación que están recibiendo los/as educandos y si ésta se ajusta a los requerimientos de las empresas y el mercado.

Pero si con lo que nos identificamos y queremos contribuir a construir, es una sociedad que esté en función del bienestar de la mayoría de la población, en el desarrollo humano de las personas, con igualdad de oportunidades para todos/as, solidaria, entonces el modelo educativo debe orientarse a formar seres humanos para participar exitosamente en el trabajo, que potencie sus capacidades, que sean solidarias, creativas y críticas. Una propuesta como esta pasaría entonces, necesariamente, por abandonar la idea de mediciones estandarizadas y avanzar más hacia estrategias educativas diferenciadas, acordes con las necesidades particulares de cada sociedad, de su población, de las personas.

En síntesis, es indispensable repensar el concepto de calidad de la educación, poniéndolo en función del desarrollo de las personas y el bienestar de la mayoría, y no del mercado y los intereses de las empresas.

Referencias bibliográficas

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). (1997).  Los sistemas de evaluación de la calidad de la educación.  Laboratorio Latinoamericano de evaluación de la calidad de la educación: Arancibia, V. Recuperado de: http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001836/183651s.pdf