DIARIO LA TERCERA (2016/05/31). La ex líder estudiantil dijo que se requieren propuestas para evitar que los cambios terminen “en una cocina en el Senado”.
Hoy se llevará a cabo la marcha de la CUT, a la que también se plegaron profesores y estudiantes. Estos últimos anunciaron una nueva “ofensiva” por la educación, lo que actualmente mantiene a más de 20 colegios en toma en algunas ciudades del país. El ambiente podría tensionarse aún más si las federaciones de estudiantes universitarios votan a favor el llamado de la Confech de sumarse a un paro nacional indefinido a partir de mañana. Con esta estrategia los actores sociales buscan trasladar la discusión a las calles, tal como ocurrió en 2011, con los universitarios, y en 2006 con la “revolución pingüina”. Desde del oficialismo y en su actual condición de diputada del PC, la ex presidenta de la Fech, Camila Vallejo, valora la reacción del movimiento estudiantil y destaca la fuerza de sus demandas. “Me parece legítimo que los estudiantes, de manera organizada, luchen por las causas que consideran que son justas y que son necesarias para mejorar la educación pública”.
Los estudiantes dicen presionar por demandas que no han sido consideradas y anuncian un paro indefinido, ¿cómo evalúa esto?
Este es un desafío país y me parece que así lo entienden, porque viven la educación pública en su interior y saben que necesitan una nueva estructura de financiamiento. Por lo tanto, es importante que el gobierno vaya concretando mucho más esto, que hasta el momento ha sido un espacio para estudiar un nuevo mecanismo de financiamiento. En cuanto a la movilización, sus fórmulas ya son conocidas y me parece que el objetivo que buscan todos lo compartimos.
¿Cree que aún hay muchas demandas estudiantiles que no han sido concretadas, no sólo en educación superior, sino en escolar y otras materias?
Hay muchas demandas que ya han sido legisladas, pero todavía no se implementan. Entonces queda la sensación de que no se está cumpliendo, porque muchas empiezan implementarse el próximo año, unas cuantas se han implementado este 2016 y quedan obviamente temas pendientes. Uno de los principales aspectos pendientes es toda la reforma a la educación superior y, además, desmunicipalización y el cambio al financiamiento de la educación escolar. Temas pendientes que tienen que cumplirse en este período de gobierno. Ahora, la sensación de no avance puede también deberse a la gradualidad y los tiempos que requieren los cambios. Hay modificaciones que son mucho más estructurales y que van a tener que ir un poco más lento con la implementación.
¿Cree que el movimiento estudiantil tomará un giro como el de 2011, aumente su fuerza y se extienda la toma y paros?
Creo que necesitamos una fuerte movilización social en esta materia, que logre incidir y establecer los marcos de lo que debiese ser la discusión de la reforma educacional, para que no termine en una cocina en el Senado. El rol del movimiento social es muy importante. No solamente por el hecho de manifestarse, sino de recordar por qué estamos luchando y por qué estamos debatiendo lo que se debate hoy en materia educacional. Esto no salió por simple ocurrencia de una autoridad política, sino que salió de una demanda de las calles. Eso hay que recordarlo, pero no sólo con consignas, sino con propuestas e incidencia en el plano legislativo que nos permitan que esto no termine en una cocina o en una legitimización del actual modelo de mercado.
¿Qué le parece que se les haya dicho a los rectores que no habrá un cambio estructural al sistema de financiamiento en la educación superior, considerando que es una de las principales demandas de académicos y estudiantes?
Pediría que (el Mineduc) esclarezca a qué se refieren con que no va a haber un cambio estructural a la política de financiamiento, porque ya se han introducido cambios al menos en el tema de financiamiento estudiantil. La Presidenta ha comprometido que la gratuidad va a ir sin créditos ni becas y hubo ya mediante Ley de Presupuestos un cambio semiestructural en esto que se tiene que profundizar con el financiamiento institucional.
¿Apostaría por cambiar el CAE y que los fondos vayan a gratuidad y aportes basales?
Hemos dicho que hay que desmercantilizar la educación e ir combatiendo esta lógica de competencia que se produce por la captación de recursos por estudiante. Esa lógica ha sido muy perversa para la educación, por lo tanto, la gratuidad requiere que no haya esta política de competencia, que sea un financiamiento directo y que esté acompañado de fondos que apunten al mejoramiento de la calidad de las instituciones. Sin esos recursos permanentes y asociados a un proyecto educativo de desarrollo país, creo que no vamos a hacer el cambio de paradigma que buscamos y no vamos a lograr desmercantilizar la educación.
¿Se puede considerar que la gratuidad sienta las bases hacia un cambio estructural?
Cuando la gratuidad empieza a asociar requisitos para su entrega a las instituciones de calidad y de compromiso con la educación y no con fines propios o de negocio, hay un cambio de lógica y de paradigma. Sí creo que tiene que ir asociado a más requisitos, como democracia interna, pluralismo y autonomía de las instituciones. También a la entrega de recursos del Estado a instituciones que si dicen tener fines públicos, entonces tienen que demostrarlo.