La investigación sobre la privatización educativa en Uruguay reveló un estado de situación “preocupante” con “señales de alerta” y “advertencias claras” sobre el fenómeno en nuestro país. El trabajo realizado por un equipo de investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de la República de Uruguay (UdelaR) fue presentado este jueves en un encuentro con medios de prensa, autoridades de la educación y público en general.
El documento había sido expuesto ante el Comité de Educación y Cultura del Parlamento uruguayo el miércoles. Asimismo, está previsto que mañana viernes se presente la publicación en la sede central del PIT-CNT.
Tanto José Olivera, secretario general de FeNaPES, como Elbia Pereyra, Secretaria General de la FUM-TEP, destacaron la importancia del trabajo de investigación desarrollado por el equipo integrado Eloísa Bordoli, Pablo Martinis, Mauro Moschetti, Stefanía Conde y Marcelo Alfonso. El investigador Mauro Moschetti explicó la metodología del trabajo de investigación y desarrolló algunas de las principales conclusiones que se publican.
De acuerdo al estudio, la cantidad de establecimientos educativos privados ha crecido sustancialmente más que la de establecimientos públicos y con mayor incidencia en el interior del país, en el período comprendido entre 1990 y 2015.
Moschetti definió como “latente” o “incipiente” las nuevas formas de privatización de la educación desarrolladas en Uruguay. Se refirió a la insistente crítica de distintos actores o fundaciones hacia los sindicatos de la enseñanza, como punto coincidente entre los detractores de la arquitectura institucional de la ANEP. Sin embargo, para el investigador de la UAB, las críticas a la educación pública provenientes de fundaciones como CERES o Eduy21 son “débiles”.
Para los investigadores, los medios de comunicación han desplegado un creciente rol de “escandalización” de la opinión pública, centrados en los modos de difusión de los resultados de evaluaciones internacionales estandarizadas. “Sería necesario encarar un estudio del discurso de los medios de comunicación para profundizar en este punto” señalan.
Moschetti se detuvo a reflexionar especialmente en las conclusiones de la investigación referidas a las fundaciones y las presiones públicas que se generan a través de los medios, y ejemplificó con la figura del “experto” que es invocada desde distintos espacios para fustigar el estado de la educación pública. Según Moschetti, la figura del “experto” suele ser utilizada por CERES, para difundir investigaciones desactualizadas y sin nueva evidencia. Empero, son cuidadosas de aprovechar la idea de “urgencia” frente a la opinión pública, apelar a la “burocratización” de los organismos educativos estatales y al “bloqueo a la innovación”.
Como parte de las conclusiones de la investigación desarrollada, se destaca que “si bien han logrado permear con fuerza en el debate público, las propuestas emanadas de las organizaciones de la sociedad civil, constituyen de momento un trabajo en proceso en el que se combinan de modo general y poco preciso, iniciativas de corte eficientista con otras más cercanas a promover un aumento en la participación del sector privado en educación. La falta de definición y precisión (y/o el reduccionismo) de algunas propuestas en este sentido, podría estar vinculada a la heterogeneidad de posiciones al interior de estas organizaciones (como el caso de Eduy21) o bien al hecho de que algunas de estas propuestas no trascienden cierto oportunismo político enmarcado en estrategias muy débiles de knowledge mobilization (típicamente en el caso CERES)”.
El trabajo presentado hoy por FeNaPES y FUM-TEP tiene como eje central la defensa de lo público y permite conocer las nuevas formas de privatización de la educación en todo el mundo, con especial énfasis en el Uruguay.
Ángelo Gavrielatos, director de la campaña global contra la privatización y el comercio educativo, Educar, No Lucrar, fustigó las iniciativas que se apoyan en recomendaciones del Banco Mundial cuando la propia institución ha comenzado a cambiar su discurso en un reciente documento emitido en este sentido. “Toda evidencia empírica demuestra que la privatización es un peligro para la igualdad de oportunidades” señaló.
En relación a la investigación, se insistió en que nada demuestra que las escuelas privadas obtengan mejores resultados que las públicas. Gavrielatos remarcó la ausencia de evidencia empírica que demuestre que la educación privada es mejor que la pública, a pesar del discurso de las grandes corporaciones internacionales que abogan por imponer esta sensación en la opinión pública.
Con la presentación de la investigación Privatización educativa en Uruguay: políticas, actores y posiciones, FeNaPES y FUM-TEP pretenden colocar sobre la mesa de debate la realidad actual y el escenario futuro. Según Gavrielatos “la educación pública es uno de los grandes pilares de la democracia y será determinante de qué sociedad tendremos en el futuro. Si queremos una sociedad en la que se profundicen las desigualdades, entonces deberemos priorizar la educación privada, pero si queremos una sociedad tolerante, deberemos priorizar la educación pública, niños y niñas que se juntan para aprender juntos. En el caso de la educación privatización hay además una idea de preparar un ejército de trabajadores para las empresas; nosotros queremos un sistema que desarrolle el pensamiento crítico de los alumnos y alumnas que contribuyan a la transformación de nuestras sociedades, con igualdad de oportunidades y justicia social” sostuvo.
Fuente: FeNaPES