Priorizar la evaluación de habilidades y capacidades de los estudiantes por encima de los contenidos que vieron en las clases es una de los principales cambios que propone la nueva política educativa aprobada por el Consejo Superior de Educación, la semana pasada.
Así, en el futuro, los resultados de los exámenes podrían ser menos importantes para la nota de lo que son actualmente.
"El sistema de evaluación tiene que cambiar, por ejemplo, el trabajo en el aula tiene mayor relevancia en la evaluación, así como actividades en grupo, el trabajo colectivo y la resolución de problemas”, explicó la jerarca del Ministerio de Educación (MEP), Sonia Marta Mora.
Para lograrlo, hace falta un cambio en la cultura de evaluación y eso necesariamente obliga a modificar reglamentos de aprendizaje.
Los eventuales cambios en la forma de medir el progreso de los estudiantes es, sin embargo, solo uno de los aspectos que pretende la nueva política denominada "La persona centro del proceso educativo y sujeto transformador de la sociedad".
Esta fue desarrollada por el Consejo Superior de Educación, a solicitud del Ministerio, al considerar que los lineamientos actuales no incluían una serie de conceptos como el bullying e incluso la deserción escolar, pues siempre se hablaba del abandono en colegios.
La política vigente fue aprobada hace 23 años, en 1994.
Cuatro áreas:
El documento se desarrolla a partir de cuatro ámbitos. En el primero, llamado "curricular y cocurricular", se parte del estudiante como centro y se aborda el proceso de aprendizaje con actividades dentro y fuera del aula.
Según Mora, en este apartado se promueve la consideración de las particularidades de cada persona, por ejemplo, distintos ritmos de aprendizaje, necesidades personales e interpersonales y, por primera, vez se incluyen planes para estudiantes superdotados.
Cambios propuestos en la nueva política.
Otra de las novedades es que se incluye el concepto de sociedad planetaria, es decir, no el país aislado sino dentro del acontecer mundial. Es en ese sentido que se le da promoción al plurilingüismo.
“Es necesario tener chicos que hablen inglés todos, pero también grupos que hablen portugués, mandarín y francés, para insertarse en las nuevas realidades”, añadió la jerarca.
También se establece la necesidad de que todos los estudiantes de primaria y secundaria reciban el currículo completo y que se universalice la educación preescolar. Actualmente, solo el 8% de las escuelas públicas reciben los programas completos de estudio.
Otras ofertas educativas, como la educación dual, la educación parauniversitaria y la universitaria, también están incluidas en la nueva visión con el fin de que se ajusten a las necesidades del mercado.
El fortalecimiento de los procesos virtuales para capacitar docentes, la revisión de la estructura administrativa y la relación con la comunidad, son otros aspectos.
Crítica
Con el entusiasmo de la ministra, contrasta el criterio del presidente de la Asociación Nacional de Educadores (Ande), Gilberto Cascante, para quien la nueva política no refleja la realidad docente y educativa del país.
"Nos compara con países pertenecientes a la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) con otras condiciones educativas muy superiores a las nuestras", dijo Cascante, quien dirige una organización de 58.000 agremiados.
A su juicio, el plan tampoco respeta la diversidad y características propias de cada región.
“No puede ser la misma política educativa la de San José que la de Guanacaste con su cultura e idiosincrasia propios de su región”, explicó.
La jerarca del MEP recordó que este documento es un insumo que trasciende gobiernos y que debe ser implementada por la Administración mediante decretos, leyes o reglamentos, según se requiera.