La Organización también está celebrando reuniones virtuales periódicas con los ministros de Educación de todo el mundo para compartir experiencias y evaluar las necesidades prioritarias.
Además, pone en marcha una Coalición Mundial para la Educación COVID-19, que reúne a asociados multilaterales y al sector privado, entre ellos Microsoft y GSMA, para ayudar a los países a desplegar sistemas de aprendizaje a distancia a fin de reducir al mínimo las perturbaciones educativas y mantener el contacto social con los alumnos.
De acuerdo a la entidad mundial, más de 850 millones de niños y jóvenes -aproximadamente la mitad de la población estudiantil mundial- permanecen alejados de las escuelas y universidades, con cierres nacionales efectivos en 102 países y cierres locales en otros 11 (cifra actualizada el martes 17 a última hora).
Esto, agrega, representa más del doble en cuatro días del número de estudiantes a los que se les prohibió acudir a las instituciones educativas, y se espera que aumente aún más (para actualizaciones periódicas (véase: es.unesco.org/themes/educacion-situaciones-crisis/coronavirus-cierres-escuelas).
“Las dificultades aumentan exponencialmente si se prolongan los cierres de escuelas”, dijo Stefania Giannini, Subdirectora general de Educación de la UNESCO. “Las escuelas, por muy imperfectas que sean, desempeñan una función igualadora en la sociedad y cuando se cierran, las desigualdades se agravan”.
La UNESCO seguirá organizando periódicamente seminarios en la web y reuniones virtuales para que los representantes de los países tengan la oportunidad de compartir información sobre la eficacia de los enfoques utilizados en diferentes contextos, aprovechando el éxito de su reunión ministerial del 10 de marzo (enlace) en la que participaron 73 países.
Conforme al organismo de la ONU, la escala y la velocidad de los cierres de escuelas y universidades representa un desafío sin precedentes para el sector de la educación. Los países de todo el mundo se apresuran a llenar el vacío con soluciones de educación a distancia. Estas van desde alternativas de alta tecnología, como clases de video en tiempo real realizadas a distancia, hasta opciones de menor tecnología, como la programación educativa en canales de televisión o radio.
“La situación actual impone a los países inmensos desafíos para poder proporcionar un aprendizaje ininterrumpido a todos los niños y jóvenes de manera equitativa. Estamos intensificando nuestra respuesta mundial mediante la creación de una Coalición para garantizar una respuesta rápida y coordinada. Más allá de la satisfacción de las necesidades inmediatas, este esfuerzo es una oportunidad para repensar la educación, ampliar el aprendizaje a distancia y hacer que los sistemas educativos sean más resistentes, abiertos e innovadores”, dice la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.