Tras múltiples cuestionamientos sobre la calidad de la educación que se imparte en las aulas costarricenses, el Ministerio de Educación Pública (MEP) lleva a cabo un proceso para la transformación del sistema educativo, el cual está siendo implementado en 3 fases.
Resultados estancados en pruebas PISA, necesidad de modificar formación inicial docente, rezagos en infraestructura, entre otros, son algunas de las dificultades que enfrenta diariamente la educación. Ante este panorama. Guiselle Cruz, ministra de Educación Pública aseguró que se trabaja en un gran cambio.
Esta transformación curricular permitiría a los estudiantes construir conocimiento y desarrollar habilidades relacionadas con las nuevas formas de pensar, de vivir en el mundo, de interactuar con otros y de integrarse al mundo. Además, incorpora las tecnologías digitales en los procesos educativos como parte del uso de abordajes pedagógicos novedosos.
Primera fase
Desde 2008, el MEP inició con el cambio en varios de los programas de estudio, con el fin de que los estudiantes comiencen a desarrollar habilidades para la vida y no solo memoricen contenidos.
Los nuevos programas se sustentan en la política curricular “Educar para una nueva ciudadanía”, la cual promueve la inclusión de todas las personas al proceso educativo y su progreso.
Se trata de Español, en tercer ciclo y Español en educación diversificada, Matemáticas en primaria y secundaria, Ciencias en tercer ciclo, Biología, Física, Química, Psicología y Filosofía que se cursan en cuarto y quinto año, Orientación en tercer ciclo y en educación diversificada, Italiano y lengua Ngäbere para escuelas indígenas.
“El Ministerio de Educación Pública en general ha venido haciendo un esfuerzo desde el año 2008 de ir cambiando los programas de estudio para un enfoque de programas que atendiera las necesidades de los estudiantes con un enfoque de desarrollo de habilidades como lo demandan hoy los últimos cambios y las tendencias mundiales”, dijo Cruz.
No obstante, pese a que se han realizado estos cambios en los programas, la jerarca reconoce que esto no está aplicándose correctamente en las aulas, lo cual implica volver la mirada a lo que está sucediendo en las aulas.
Segunda fase
Para comenzar a ver resultados positivos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, es necesario conocer las dinámicas de aula, con el fin de reforzarlas y orientarlas hacia nuevas formas, precisamente es en esto lo que consiste la segunda fase de la transformación.
“Ese cambio y bien lo hemos visto en los informes y en las investigaciones del Estado de la Educación, no se concreta en las aulas, no está llegando. Ese proceso de cambio representa volver a ver a los centros educativos y acompañar a los docentes”, agregó.
Como parte de esta fase, el MEP recientemente presentó una llamada “Caja de herramientas”, la cual brinda diferentes apoyos para enriquecer la labor educativa.
“Lo que sucede en el aula no sucede en ninguna parte entonces para que esto suceda se debe dar una alineación entre los programas de estudio por habilidades y la mediación que llega al aula que debe estar acompañada por nosotros”, aseguró la ministra.
Tercera fase
Por último, para completar este proceso se requiere de una transformación en la manera en la que son evaluados los estudiantes y así romper con el sistema tradicional en el que los estudiantes y así romper con el sistema tradicional en el que los estudiantes únicamente memorizan contenidos y pasar a un modelo en que los aprendizajes son puestos en práctica de manera cotidiana.
De acuerdo con la ministra, la evaluación debe responder al proceso de mediación pedagógica, es decir, todo debe estar alineado.
Precisamente las nuevas pruebas FARO que comenzarán a aplicarse obligatoriamente este año, forman parte de este cambio, pues este nuevo mecanismo sustituye al Bachillerato en busca de avanzar en estos cambios.
“Tiene que haber una alineación entre la política pública establecida por el Consejo Superior de Educación, llevar el cambio al aula y la evaluación tiene que responder a eso y esos resultados para la toma de decisiones y mejora continua”, afirmó.
Asimismo, anteriormente el rubro de pruebas solía ser el más alto en la evaluación trimestral de los estudiantes, sin embargo, actualmente el trabajo en el aula es el componente con mayor valor.
De momento el MEP desconoce cuándo estará completo el proceso de transformación curricular.