La Ministra de Educación afirmó en declaraciones de la semana pasada que ninguna reducción en el presupuesto significará un recorte de docentes, ni de ninguna área que afecte a la calidad del proceso. Sin embargo, aseguró, sí se está analizando una disminución en el personal administrativo de este sector. Al mismo tiempo justificó la posible reducción del presupuesto administrativo indicando que hay procesos que son asumidos a través de las modernas tecnologías de la información que llevan a reducir el número de burócratas. La posibilidad de una reducción del presupuesto destinado a la educación -sin embargo- genera siempre preocupación.
Existen aspectos dentro del campo de la educación que están detenidos o por lo menos han sufrido una desaceleración. Un caso-entre otros- es el de la reapertura de las escuelas comunitarias. Éstas fueron absurdamente cerradas durante el correísmo que privilegió la construcción de edificios a los procesos de mejoramiento de la calidad. En esa óptica se construyeron las famosas unidades del milenio, muchas de las cuales hoy tienen serios problemas. Paralelamente se cerraron escuelas comunitarias en el sector rural dejando a miles de niños fuera de la educación, debido a que estas unidades se las situó en lugares a los que muchos niños no podían legar.
Un buen paso del actual gobierno fue apoyar la reapertura de esas escuelas rurales. Lamentablemente después del primer impulso con el Ministro Luna, el proceso ha sufrido paralizaciones sin que se cumpla ni lejanamente con la meta fijada. Es en áreas como ésta en donde no pueden ni deben reducirse presupuestos, sino más bien aumentarlos. Bien si la reducción del presupuesto significa menos burocracia. Pero esos recursos no pueden salir del campo de la educación para nutrir otras áreas. Deben ir a la educación rural y en general al mejoramiento de la calidad educativa.
La Ministra de Educación afirmó en declaraciones de la semana pasada que ninguna reducción en el presupuesto significará un recorte de docentes, ni de ninguna área que afecte a la calidad del proceso. Sin embargo, aseguró, sí se está analizando una disminución en el personal administrativo de este sector. Al mismo tiempo justificó la posible reducción del presupuesto administrativo indicando que hay procesos que son asumidos a través de las modernas tecnologías de la información que llevan a reducir el número de burócratas. La posibilidad de una reducción del presupuesto destinado a la educación -sin embargo- genera siempre preocupación.
Existen aspectos dentro del campo de la educación que están detenidos o por lo menos han sufrido una desaceleración. Un caso-entre otros- es el de la reapertura de las escuelas comunitarias. Éstas fueron absurdamente cerradas durante el correísmo que privilegió la construcción de edificios a los procesos de mejoramiento de la calidad. En esa óptica se construyeron las famosas unidades del milenio, muchas de las cuales hoy tienen serios problemas. Paralelamente se cerraron escuelas comunitarias en el sector rural dejando a miles de niños fuera de la educación, debido a que estas unidades se las situó en lugares a los que muchos niños no podían legar.
Un buen paso del actual gobierno fue apoyar la reapertura de esas escuelas rurales. Lamentablemente después del primer impulso con el Ministro Luna, el proceso ha sufrido paralizaciones sin que se cumpla ni lejanamente con la meta fijada. Es en áreas como ésta en donde no pueden ni deben reducirse presupuestos, sino más bien aumentarlos. Bien si la reducción del presupuesto significa menos burocracia. Pero esos recursos no pueden salir del campo de la educación para nutrir otras áreas. Deben ir a la educación rural y en general al mejoramiento de la calidad educativa.