La cartera explica cómo funcionará la ley que obliga a que se enseñe esta asignatura.
“No va a volver la cátedra de historia, sino que se fortalecerá su enseñanza”. Esa es la primera aclaración que hace la directora de Calidad Educativa del Ministerio de Educación (MEN), Mónica Ramírez, sobre la ley sancionada por el Presidente de la República a finales de diciembre del año pasado y que, como dice el documento legal, “tiene por objeto restablecer la enseñanza obligatoria de la historia de Colombia como una disciplina integrada en los lineamientos curriculares de las ciencias sociales”.
La aclaración de la funcionaria es necesaria, puesto que, una vez se hizo el anuncio, se levantaron diversas voces entre las que se evidenció confusión sobre la implementación de la Ley 1874 del 27 de diciembre del 2017. La idea inicial era separarla de ‘ciencias sociales’, a la que fue integrada tras la firma de la Ley 115 de 1994.
Ramírez explicó que historia no se puede separar de la materia de ciencias sociales; es decir, seguirá estando como lo ha estado desde 1994. Según la funcionaria, lo que busca esta ley es contribuir a la formación de una identidad nacional que reconozca la diversidad étnica cultural de la Nación colombiana; desarrollar el pensamiento crítico a través de la comprensión de los procesos históricos y sociales de nuestro país en el contexto americano y mundial; y promover la formación de una memoria histórica que contribuya a la reconciliación y la paz en nuestro país.
Sin embargo, es importante reconocer que el documento inicial del proyecto de ley que presentó la exsenadora Viviane Morales ante el Congreso proponía que se independizara historia de las ciencias sociales y se dictara como una materia aparte.
“Desde hace 32 años se dejó de enseñar la historia de Colombia como una materia independiente y obligatoria. Da Vinci decía que no se puede amar lo que no se conoce. Nuestra generación de jóvenes conoce muy poco de la historia de nuestro país. Por eso consideré como una tarea indispensable revivir la enseñanza de la historia como materia obligatoria e independiente (de las ciencias sociales)”, expresó Morales una vez Santos sancionó la ley.
Pero el resultado no fue el que ella esperaba: la ley que firmó el Presidente establece que historia seguirá estando entre las ciencias sociales, grupo conformado por geografía y democracia. El artículo 4 dice: “La educación en historia de Colombia como una disciplina integrada en los lineamientos curriculares de las ciencias sociales, sin que se afecte el currículo e intensidad horaria en áreas de matemáticas, ciencia y lenguaje”.
Según Ramírez, cuando se enseña historia se deben tener en cuenta los componentes culturales y, además, uno de los grandes cambios está enfocado hacia el cómo se enseña. “Queremos que a través de esta materia se fortalezca la competencia del pensamiento crítico. Es decir, si queremos ciudadanos críticos que transformen sus contextos no se les puede enseñar solo unos contenidos y unos hechos, es enseñar a pensar”, explicó.
Además, aclaró una de las dudas de los colegios, y es si se tendrá que contratar a docentes especializados en historia, y la respuesta es no. La transformación será en el cómo se enseña.
“Tendremos que llegar con lineamientos para generar pensamiento crítico, también en contenidos de memoria histórica; por ejemplo, cómo abordar la historia del conflicto en regiones que se han visto afectadas por la guerra”, explica la funcionaria.
Para esto, la ley estableció que se deberá crear una comisión de expertos que analicen las necesidades y las características de la enseñanza de la historia de Colombia según su contexto. Según el MEN, esto tomará dos años; al final se sacará un producto, es decir, lineamientos para los docentes y las instituciones educativas.
La voz de los expertos
Mario Fernando Hurtado, experto en educación, ha sido uno de los principales críticos de esta ley. Le dijo a EL TIEMPO: “Fue un desperdicio, y lo único que demuestra es la ignorancia del sector de la educación”. Y explica que la materia de historia nunca salió de los colegios, sino que estaba integrada en ciencias sociales, de ahí que esta ley no cambia nada.
Óscar de Jesús Saldarriaga, historiador experto en la historia de la educación, explicó que no ha habido históricamente un consenso entre el MEN y los docentes en torno a cómo se debe enseñar la historia en los colegios, mientras que ciencias, matemáticas y lenguaje, sí.
Y aseguró que en las ciencias sociales no hay un interés gubernamental, pues no están incluidas en las pruebas internacionales.
Otros expertos se han pronunciado en columnas de opinión y cartas, en las cuales aseguran que aunque es importante que se preste atención a la historia, también es de cuidado, pues puede servir para intereses políticos.